TEMA: ARRIESGANDO SU VIDA PARA CRISTO/DIOS
Decidir de elegir a Dios / Cristo y vivir con él en fidelidad: amor y confianza.
En todas las circunstancias de nuestra vida, siempre debemos tomar una decisión. Hay un tiempo para decidir. Y cada decisión tiene un precio y un resultado positivo o negativo en nuestra vida. Una decisión puede cambiar mi vida toda. Me puede llevar a la gran felicidad o a la desgracia. Por ejemplo este hombre quien vende todos sus bienes para ayudar a los pobres. Es un riesgo, pero este acto de fe cambió su vida totalmente. Él sabe que la fe y la esperanza en Dios nunca es un error. Se puede también tomar el ejemplo del hombre que renunció el matrimonio para dar su vida a Cristo y a la Iglesia por lo sacerdocio ministerial.
Los primeros discípulos de Cristo también decidieron dejar todo: mujeres, niños, propiedad, trabajo, familia... para seguir a Cristo. Esta elección es una decisión seria. Y esta decisión es un gran riesgo.
En el Evangelio de hoy, según San Juan, algunas de las enseñanzas de Jesús son difíciles de aceptar. Muchos deciden abandonarlo. En otros lugares van a reconstruir sus vidas. Son cobardes. Son como los cristianos por un momento. Son oportunistas, materialistas. Su fe queda superficial. Creen en Dios cuando tienen hambre. Así como nosotros pensamos tacos cuando tenemos hambre. Después de comer, ya no pensamos en la comida. Estos discípulos quieren permanecer en la fe de los principiantes. Algunos otros discípulos tengan el valor de elegir a Jesús, seguirlo y arriesgan su vida para El. Su vida da fruta en abundancia.
Este es el caso de Pedro. Confesó su fe a Cristo en estas palabras: "Señor, a quien vamos a acudir". Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios “.
Hermanas y hermanos en Cristo, para decidir así, no es bueno murmurar, criticar a Dios. Esto es una mala decisión. Un buen discernimiento nos lleva a buenas decisiones que nos salvan a nosotros mismos y a otros. Este es el caso de los primeros discípulos y apóstoles de Cristo: decidieron entregar sus vidas a Cristo como mártires. Y nuestra iglesia está construida sobre la sangre de los mártires. Estamos contentos de pertenecer a esta iglesia, nuestra madre. Asimismo, los padres están de acuerdo para dar vida a los niños por la procreación y una buena educación. Sin embargo, algunos padres prefieren a cometer abortos. Esto es una mala decisión. Un pecado mortal. Este tipo de decisión mata la vida de Dios en nosotros y es malo para los bebes inocentes.
En este año consagrado a la fe por el Papa Benedito XVI, hermanos y hermanas, por los matrimonios, oremos para que el respeto, el amor verdadero y sincero sean una realidad en las parejas y para que los hijos aprendan el arte de amar, evitando el pecado.
Señor, haz que nuestras familias sean iglesias domesticas donde se viven los valores sagrada vida, paz, alegría, amor, verdad, justicia, solidaridad y fraternidad.
Su cuerpo y su sangre nos libran de nuestros pecados y de todos malos; Nos unen y satisfacen nuestra sed de felicidad y calman nuestra hambre de vida eterna.
Oh María, estrella de la evangelización, interceda por nosotros.
AMÉN
REV. PADRE
ANTHONY ROGER EVOUNA